lunes, 31 de diciembre de 2007

Ella (ya no es)

Mientras manejaba, se acordaba de los maravillosos momentos que en antaño habían disfrutado. Refrescábase su memoria pasando por ella la vez en que juntos se habían revolcado en el césped del parque una tarde completa. Sonreía aunque esos recuerdos le provocaran nostalgia. Recordaba también cuando ella por primera vez le dijo te amo… jamás lo olvidaría. Ella nunca decía esas cosas; ¿vergüenza?, ¿temor? Nunca lo supo, pero a él no le importaba, con su compañía le bastaba. Lamentablemente, ella ya no estaba, trágicamente había dejado de existir. Sólo conservaba recuerdos, la única carta que le escribió en dos años y el peculiar olor de su cuello impregnado en la nariz.
Llevó las manos a su cabeza lamentándose por todo lo que pudo hacer y no hizo, tratándose de estúpido, preguntándose por qué ella y no él. Tan involucrado en memorias estaba, que olvidó ceder el paso al camión que perpendicular atravesaba la calle. Perdió el control del volante, y, en poco más de diez minutos, dejó de ser también.

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